A young artist has gone missing in Spain ad a hardened detective takes the case. Six friends become the focus of the investigation and pressured for their knowledge of the artist's whereabouts. They all deny involvement, and soon they have reason to fear for their lives as it appears that a serial killer is hunting them all down. The one friend closest to the artist watches helplessly as his once-quiet life is shattered by incrimination, suspicion, and ultimately--horrific violence.—[email protected]
Un grupo de amigos se reune medio a escondidas en una casa derruida. Uno de ellos, Nacho (Gustavo Salmerón), muere. Él es un joven pintor, con unas ideas muy intensas y oscuras sobre la vida y la muerte. Los otros seis chicos y chicas presentes en el incendio de la casa podrían haber hecho algo para salvarle, pero no lo hicieron. La gente piensa que ha desaparecido sin dejar rastro. Al final, Quintana (Emilio Gutiérrez Caba), un detective privado, acepta investigar el caso.
El grupo de amigos del poeta, todos jóvenes que se dedican a disfrutar la vida sin preocuparse de mucho más, siente que la presión sobre ellos aumenta. No quieren recordar o hablar de lo que pasó. Iván (Fele Martínez), parece el líder natural de los amigos, y suya es la idea de colaborar con la investigación. Los personajes recuerdan al artista, que a pesar de ser su amigo a veces resultaba cargante, sobre todo en su obsesión con la muerte, y las reflexiones que hace sobre el pasado cuando la gente moría en casa, no en hospitales.
De ese grupo de amigos parece que ninguno va a salir ileso de la aventura. Especialmente bien rodadas son las muertes de dos de las chicas, una en el garaje de su casa y otra persegida por un grupo de mastines negros en un escenario fantasmagórico.
Clara (María Esteve) se enfrenta a Iván. Ha notado cosas extrañas, como unas llaves que aparecen y desaparecen, cosas que no están donde deberían estar, teléfonos que hacen cosas extrañas o no funcionan...
Al final, volvemos a ver la escena del incendio. Resulta que nadie sobrevivió al incendio, pero ninguno de los seis amigos se había dado cuenta de ello. De alguna manera, habían seguido comportando como si estuvieran vivos, aunque no lo estaban. Nacho comenta como al principio, a él le pasó lo mismo, y tardó bastante tiempo en darse cuenta de que estaba muerto.